Desde que empezamos este proyecto, Karla, Vanessa y yo acordamos que celebraríamos el día del libro; ninguno lo había hecho hasta ahora. Yo sí sabía de la existencia de esta celebración; más de una vez habría visto en las paredes de mi colegio uno que otro afiche con la historia y el contexto de la efeméride, de esas pancartas que mandaban a realizar los profesores para enriquecer la cultura de los alumnos, pero que terminaban siendo nada más que una decoración en los pasillos. Nunca les presté atención, después de todo, jamás me consideré un amante de la lectura, ni siquiera un lector común; sin embargo, ya como estudiante de segundo semestre de Comunicación Social, se presentó la oportunidad perfecta para cambiar eso: el nacimiento de LPD - Libros Por Doquier, una comunidad de jóvenes que desean adentrarse en el mundo de la literatura —o a eso apuntamos—.
Yo creo en las casualidades, pero por ahí dicen que no existen. Esta semana para el círculo de lectura elegimos un relato de Shirley Jackson llamado La lotería sin saber que compartía ciertos elementos con la historia del día de Sant Jordi —celebración conjunta al día del libro en España—. La leyenda cuenta que para detener la amenaza de un terrible dragón, la villa de Montblanc se vio obligada a sacrificar sus animales dándoselos de comer, "pero cuando estos se acabaron, no tuvieron más remedio que sacrificarse ellos mismos". Los nombres de cada habitante de la localidad (incluidos los reyes) fueron escritos en un papel y guardados en una caja de la cual cada día, a modo de lotería, uno era extraído y seleccionado para ser la próxima víctima. El día en el que el nombre de la princesa apareció, un caballero llamado Jordi surgió entre la bruma y sometió a la bestia. De su sangre empezaron a brotar rosas rojas y el héroe le obsequió la más bella a la princesa. A partir de ese día se acostumbró a regalar una rosa y un libro a todos aquellos seres queridos.
No me adentraré en la historia de La lotería ya que mañana estaremos discutiéndola en Instagram a las 8:00 pm en un live; sin embargo, no está demás sostener que me pareció una historia fascinante.
¡Feliz día del libro!
- Juan Pablo
- Juan Pablo
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